El mayor programa tecnológico de la UE a través de 30 satélites.
Galileo, importante para Europa.
El sistema europeo de
navegación por satélite Galileo prevé generar unos ingresos de 74.000
millones de euros entre 2002 y 2020. Las ventajas de Galileo son
evidentes: es un sistema civil que ofrecerá una primacía determinante
respecto al americano: un grado de precisión mayor en razón de la
estructura de la constelación de satélites y de los sistemas terrestres
de control y de gestión previstos. Por otra parte, un “mensaje de
integridad” le permite adquirir mayor fiabilidad al disponer de un
sistema de información inmediato de los errores que se puedan producir.
La puesta en marcha del programa Galileo se acelera y la UE ya ha
realizado la primera entrega de la financiación, unos 240 millones de
euros. El proyecto Galileo supondrá la puesta en órbita de una nueva
constelación de satélites europeos, que prestarán un servicio de
navegación por satélite alternativo.
Javier Muñoz
Europa
lucha con fuerza por un sistema propio de navegación por satélite. Se
trata, por supuesto, de Galileo con el que el viejo continente podrá
tener ventajas determinadas respecto al sistema de navegación
norteamericano GPS, incluso al ruso Glonass.
Pero no ser dependiente tiene su precio: hay que invertir fuerte. Con
alguna interrupción, la marcha del programa continúa y la UE realizó la
primera entrega de la financiación, unos 240 millones de euros. El
proyecto Galileo supondrá la puesta en órbita de una nueva constelación
de satélites europeos, que prestarán un servicio de navegación por
satélite alternativo.
La fórmula de financiación por parte de los países europeos del programa
de navegación por satélite, el retorno de esta inversión, así como el
director de la sociedad conjunta que desarrollará la constelación de
satélites europeos entre 2002-2005 son cuestiones claves
dependientes del Consejo de la Agencia Espacial Europea y la Comisión en
Conpenhague, según informó el director de programas de la ESA, Claudio
Mastracci; el subsecretario de Fomento, Adolfo Menéndez; y el director
general de Eurocontrol, Víctor M. Aguado.
Precisamente Menéndez, Aguado y Mastracci presentaron en Madrid el
sistema mundial de navegación por satélite (GNSS) que parte de
dos pasos básicos: el desarrollo del programa Egnos, que consiste
en el uso por la navegación aérea civil de las señales de los satélites
estadounidenses GPS, previsto para la primavera de 2004;
posteriormente, el Egnos será sustituido por Galileo en 2008 y
supondrá utilizar una constelación propia de satélites europeos para
beneficio de todos los modos de transporte, del sector de la
energía, bancario o radionavegación en los coches
particulares.
La primera fase de Galileo (2002-2005) supondrá un inversión de 1.100
millones de euros, de los que el 50 por ciento serán aportados por
la Unión Europea y el otro 50 por ciento por la ESA. El Consejo de la
ESA se reunirá el próximo 11 de diciembre para tratar los anteriores
asuntos, mientras que la Comisión que se celebrará en Conpenhague
(Dinamarca) el próximo 13 de diciembre será fundamental para dilucidar
también sobre estos puntos.
Lo
que parece estar retardando la decisión sobre la financiación no es la
reticencia de los Estados europeos a invertir, sino la participación de
cada Estado en las fases de despligue (2005-2007) y operativa,
prevista para 2008. “El problema está en que una vez puesto en marcha
Galileo, los países quieren tener mayor participación de la que ya
tienen. El deseo de poner más fondos por parte de los Estados ratifica
el interés por este proyecto”, manifestó el subsecretario de Fomento
Adolfo Menéndez.
El cumplimiento de la agenda dependerá del ritmo de las decisiones
gubernamentales: son cuestiones que los Estados tienen que resolver,
porque son temas políticos. Pero la puesta en marcha en seis años del
sistema global de navegación por satélite dependerá de si se consigue
lanzar los primeros satélites (entre 1 a 5 satélites) de la
constelación Galileo en 2005-2006.
Respecto al papel de España en Galileo, el subsecretario de
Fomento afirmó que la industria aeroespacial española ocupará un lugar
destacado como proveedor de tecnología al proyecto. “La industria
aeroespacial tiene ya una participación muy significativa en Egnos (paso
previo al Galileo en la navegación por satélite) y, sin duda, va a estar
ocupando una posición también muy importante en Galileo”, afirmó.
Por otro lado, el director de la Agencia Europea para la Seguridad en la
Navegación Aérea (Eurocontrol), Victor M. Aguado, destacó que
Galileo beneficiará al transporte aéreo europeo y mundial, ya que se
convertirá en el primer servicio de satélite para el transporte más allá
del continente europeo. “El mayor compromiso del transporte aéreo es la
seguridad y en esto no debemos escatimar”, declaró Aguado, quien recalcó
que el sistema Galileo debe ser compatible con la constelación
norteamericana GPS y rusa Glonass.
Ingresos y empleos
El sistema europeo de navegación por satélite Galileo prevé generar unos
ingresos de 74.000 millones de euros entre 2002 y 2020, según
explicó el representante de la Comisión Europea, Törn Tjaden. Este
explica que el gasto público y privado en las fases de desarrollo y
despliegue (2002-2008) ascenderá a 3.200 millones de euros, “un coste
similar a 150 kilómetros de una autopista”. La Comisión Europea prevé
que se crearán, aproximadamente, 140.000 empleos relacionados con
el proyecto.
El representante de la Comisión Europea en el proyecto dice que la
selección de los inversores comenzará a estudiarse a lo largo de este
año y destaca que no sólo éstos serán los beneficiarios de la navegación
por satélite, sino “el conjunto de la sociedad”, que contará con nuevos
servicios de localización que podrán utilizarse para ofrecer
asistencia en carretera, recuperar coches robados, telefonía
móvil, extinción de incendios y servicios policiales.
Galileo permitirá operar con mayor eficacia y seguridad en el
transporte terrestre, marítimo y aéreo.
Según Tjaden, la Comisión Europea mantendrá negociaciones durante los
próximos meses con Estados Unidos, Rusia y China para que apoyen el
proyecto. Por su parte, el representante de la Asociación Internacional
de Aerolíneas (IATA), Nicolas Zvéguintzoff, expresó la necesidad de que
sean compatibles los procedimientos, certificaciones y equipos
del sistema Galileo con el norteamericano GPS y el ruso Glonass.
Asimismo, Zvéguintzoff insistió en que debe crearse un programa preciso
de transición del actual sistema de radioayudas en tierra al sistema de
ayuda a la navegación por satélite.
UE, ESA y Eurocontrol son los responsables del programa Egnos,
clave de este sistema de localización y posicionamiento a través de
satélites que entrará en funcionamiento en marzo del año 2004. Egnos ha
sido bautizado como “el pequeño Galileo” y su función principal es
conseguir una precisión en la localización de transportes móviles
(especialmente aeronaves y vehículos que transportan mercancías
peligrosas) con una precisión de entre dos y cuatro metros.
Las
empresas españolas de espacio GMV, Indra y Sener tienen una
participación del 12% en el sistema y han conseguido que seis de las 40
estaciones en tierra de Egnos se instalen en España. El más importante
de estos centros estará ubicado en el aeródromo madrileño de Torrejón
de Ardoz.
De cualquier forma el proyecto Galileo necesita un satélite en órbita,
como tope, antes de 2006. Por eso la Unión Europea considera que el
proyecto Galileo se encuentra en un momento “crítico”, ya que
perderá las frecuencias internacionales que le asignó la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT) si no pone en órbita un
satélite antes de 2006.
La comisaria de Transportes y Energía, Loyola de Palacio, señaló
en una respuesta parlamentaria que el Ejecutivo comunitario ha puesto en
marcha una serie de planes para que la empresa común europea pueda
empezar a ejecutar sus misiones con los créditos comunitarios que
se le asignaron en marzo de 2002, momento en el que los Quince
alcanzaron un acuerdo al respecto.
En primer lugar, De Palacio indicó que la CE ha comprometido ya las
primeras partidas económicas que la UE transfirió en concepto de
presupuesto para 2001 y 2002, y que asciende a un total de 240 millones
de euros, lo que equivale a casi la mitad de los 550 millones que se
asignaron para la fase de desarrollo del proyecto, que va hasta finales
de 2005.
Además, De Palacio manifestó que se han logrado progresos a nivel
internacionales para que el proyecto de telecomunicaciones europeo pueda
ser operativo junto a los sistemas estadounidense, Global Position
System (GPS), y ruso, Global Navigation Satellite System (GLONASS), así
como una mayor cooperación “científica, tecnológica e industrial” con
terceros países como China, Canadá y Australia. La comisaria recordó,
por último, que el principal escollo para la puesta en marcha de Galileo
se debe a las dificultades que ha encontrado la Agencia Europea Espacial
para lograr las contribuciones financieras a las que se comprometieron
los Estados miembros.
Compromiso de Hispasat
El Consejero Delegado de Hispasat, Jacinto García Palacios ha
manifestado en múltiples ocasiones las enormes posibilidades de negocio
que ofrece el nuevo sistema de navegación por satélite: “el desarrollo
del Sistema Galileo es plenamente rentable, y una oportunidad única para
que la industria aeroespacial europea mantenga su alto nivel tecnológico
y Europa asegure su independencia en el campo de la seguridad y la
defensa”.
Hispasat participa, con un 14,28 por ciento del capital social, en la
sociedad española Galileo Sistemas y Servicios (GSS). Ésta canaliza la
participación de la industria espacial española en el desarrollo del
Proyecto Galileo, que fue aprobado por la Unión Europea en la cumbre de
Barcelona celebrada el pasado año y bajo la presidencia española.
Para
el Consejero Delegado de Hispasat en los últimos años el mercado
relacionado con los sistemas de navegación por satélite ha
experimentando un crecimiento muy importante y “es de esperar que los
ingresos anuales de las aplicaciones de Galileo (uso comercial en el
ámbito terrestre, marítimo y aeroportuario), alcancen los 400 millones
de euros en el 2015”. Para ello es necesario que la Comisión Europea, la
Agencia Europea del Espacio y toda la industria colaboren al máximo para
acelerar el proyecto Galileo porque desde Hispasat esperan que ofrezca
importantes acciones en tres ámbitos.
En el ámbito civil un muy extenso abanico de aplicaciones basadas
en los sistemas de localización para los ciudadanos e importantes
mejoras en la eficiencia y seguridad de operación de los diversos medios
de transporte: aeronáuticos, marítimos, ferroviarios o por carretera.
En el ámbito terrestre, entre las aplicaciones que se
desarrollarán en torno al Sistema Galileo, se encuentran todos aquellos
servicios basados en la localización por satélite y la movilidad de las
personas en el campo de la seguridad, la justicia y servicios de
emergencia; aplicaciones de localización de recursos para la industria
petrolera, minera y topográfica, así como utilidades relacionadas con la
gestión y control de redes de gas, agua y electricidad, etc.
En el ámbito marítimo, a través del desarrollo de aplicaciones
específicas; para ello, los sistemas de navegación por satélite nos
permitirán mejorar la localización y gestión del tráfico marítimo,
aportando una mayor seguridad en el transporte, control de mercancías
peligrosas o en la localización de contenedores. Además, “permitirá
realizar un mejor control y localización de zonas de pesca, así como un
mayor control medioambiental, geotécnico e hidrográfico de las zonas
marítimas a través de sus satélites”, señaló Jacinto García Palacios.
Asimismo, el Consejero Delegado de Hispasat reafirmó “la fuerte voluntad
y compromiso que tiene la industria espacial española, presente en la
sociedad Galileo Servicios y Sistemas, de avanzar al máximo en su
desarrollo” y en este sentido, señaló la plena disposición de Hispasat
de “aportar su amplia experiencia y capacidad operativa en Iberoamérica
para el desarrollo de las aplicaciones de Galileo en el Continente
Americano”.
Más reportajes |
|