Su impulso depende de tener más ancho de banda.
La TDT, en plena encrucijada.
Parece que un momento en el
que la competencia en TV digital se ve reducida con el desembarco de
Digital + resulta muy aconsejable impulsar la tecnología digital
terrestre que además aprovecha la infraestructura existente de
televisión analógica convencional para soportar múltiples canales de
televisión a través de la misma antena de usuario. Algo que alabarían
fabricantes y por supuesto, canales de televisión que se han quedado
para vestir santos “gracias”a la macrofusión digital. La TDT podrá
facilitar además la programación local y regional mediante el uso de
redes multifrecuencia, e incluso dar entrada a servicios de transmisión
de datos en cada rincón del territorio español. Pero ahora parece que el
Gobierno reduce posibilidades de expansión tras dar marcha atrás a la
concesión de los catorce programas de Quiero. Todo en pleno proceso de
lanzamiento de nuevos contenidos a través de esta tecnología.
Javier Muñoz
La
plataforma de televisión digital terrestre (TDT) sigue encontrando
escollos tras tímidos avances en pro de su impulso en un mercado de
contenidos multimedia cada vez más apretado. Con el liderazgo de TVE
parecía que el camino hacia un panorama más alentador sería de rosas,
pero las espinas no han tardado en aparecer.
El momento de mercado en el que los proveedores de contenidos juegan a
sálvese quién pueda, parece el más idóneo para grandes empresas como
Sogecable que sólo tiene que señalar con el dedo quién entra y sale.
La TDT puede volver a quedarse en un asunto menor, como le
ocurrió al cable al que nunca le llegó su momento. Y los intereses
creados siguen sin favorecer ni a grandes ni a pequeños cableoperadores.
Los cuentos infantiles se hacen realidad: sin la unión no hay fuerza, el
grande se come al chico,... Y nuestro Gobierno tiene serias dificultades
para hacerse con los mandos de un barco de cargamento explosivo al que
la Unión Europea mandó de vuelta a casa.
Para la TDT sigue sin haber fecha de lanzamiento, aunque también
sea idónea para la prestación de servicios universales como el acceso a
redes de datos, Internet, en zonas rurales. Teniendo en cuenta
que la cobertura de las redes analógicas alcanza prácticamente a la
totalidad de la población en nuestro país. Todos saben que la gran
desventaja, por el momento, es necesitar como canal de retorno el
teléfono. Esta dependencia incrementa el coste para el abonado y limita
la interactividad. La solución en primera instancia era que
Gobierno concediera los catorce programas de Quiero a los operadores
nacionales a cambio de que lancen nuevos contenidos.
Pero el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, que dijo que es
necesario acelerar el proceso de implantación de la televisión digital
terrenal, basado en la creación de nuevos contenidos,
“interactivos, fáciles de navegar y con guías de programación”, parece
haber dado ahora un paso atrás.
Freno a la interactividad
Así la “especial responsabilidad” del Gobierno con los operadores
actuales y, especialmente, las cadenas públicas, sufre un pequeño
atasco. Todo por culpa de no asignar mayor cantidad de espectro a
los operadores actuales de ámbito nacional, si se hubiera contado con
los 14 programas que fueron asignados a Quiero TV.
Piqué
añadió que esa ampliación de espectro otorgaría a los operadores
“capacidad suficiente para ofrecer nuevos contenidos interactivos”, por
lo que debería tener “como contrapartida” el compromiso de aquellos de
“lanzar al mercado nuevos contenidos”. Ciertamente el ministro aseguró
que “emitir en digital no es barato, pero emitir en digital para que
nadie reciba en digital durante mucho tiempo es un disparate”, que no se
puede hablar “bajo ningún concepto de la existencia de un mercado de TDT”
y que los canales de pago bajo esta tecnología “han sido un fracaso
en España y en todas partes”.
El impulso de la TDT también pasa, según Ciencia y Tecnología, por la
firma de un acuerdo marco entre administraciones públicas,
operadores de televisión, fabricantes de componentes, titulares de la
red de difusión de la señal, productores de contenidos y empresas
instaladoras de infraestructuras de comunicación para que, “en el ámbito
de sus responsabilidades, asuman compromisos claros”.
Por otro lado, la Administración considera una ventaja para sus planes
que la red de distribución de señales de Retevisión permita una
cobertura digital en el 85% del territorio español.
Es obvio que en el año 2010, todas las televisiones, tanto las de ámbito
nacional como las autonómicas y locales, gratuitas y de pago, tendrán la
obligación de emitir su programación con tecnología digital. Por su
parte, Veo TV y Net TV deberán lanzar nuevas propuestas,
ya que son los dos operadores privados con licencia para emitir en todo
el territorio nacional; pero tal como están las cosas los directores
generales de estos canales, Eduardo Sánchez Illana (Veo) y José María
Martín Girado (Net), ven con incertidumbre el futuro de los negocios de
sus compañías ya que se ven incapaces de llegar a los televidentes,
entre otras razones, por culpa de la escasa incentivación del
Gobierno para la utilización de receptores terrestres digitales.
Ya se han realizado las primeras reuniones para establecer una
convergencia entre fabricantes y operadores con TVE al frente y con un
proyecto piloto de Telemadrid y Retevisión sobre televisión digital
terrestre como telón de fondo.
Un receptor a la altura
El precio ideal del descodificador para TDT lo establecen entre 120 y
180 euros. Pero el debate es la capacidad de este para dar servicios
interactivos y la posibilidad de que tenga un canal de retorno. En este
sentido, Netgem propone el i-Player, el que denominaron en un
primer momento el primer receptor de TDT gratuita con vía de retorno en
España, si bien es cierto que existen varios fabricantes que cuentan con
equipos de parecida capacidad.
El
i-Player propone disfrutar de todos los canales digitales gratuitos
en calidad DVD y con sonido dolby digital. Además, este receptor
proporciona múltiples servicios interactivos, correo electrónico, juegos
y navegación web, así como capacidad de conexión con el ordenador. Así
Netgem pretende mostrar su apoyo a las iniciativas del Gobierno para el
relanzamiento de la televisión digital terrestre en España.
Hay que recordar que la apuesta de Netgem en el mercado español es una
continuación de la experiencia que ha recogido en el Reino Unido, donde
es uno de los fabricantes protagonistas del relanzamiento de la
televisión digital terrestre gratuita, a través de la plataforma
Freeview, que está sirviendo de modelo a España.
El i-Player destaca entre sus servicios una guía electrónica de
programación (EPG) que permite conocer la programación puntual de
los canales, así como el programa que viene a continuación. También
dispone de capacidad de subtítulos, elección de audio y teletexto
digital, siempre que lo emita el operador, así como de un sistema de
control paterno. La versatilidad del i-Player permite conectarlo
al sistema Home Cinema para que se pueda disfrutar de la televisión
digital en toda su intensidad.
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